CONFRONTACIÓN CON OCCIDENTE DISPARA POPULARIDAD DE PUTIN

25.04.2014 18:09

Confrontación con occidente dispara popularidad de Putin

Estados Unidos y aliados occidentales se aferran a la política de confrontación y de aislamiento a Rusia con sanciones unilaterales por la cuestión de Crimea, mientras el presidente Vladimir Putin consolida su imagen ante la opinión pública rusa.

Para muchos analistas, parece poco probable que la política hostil contra Moscú consiga debilitar su papel de potencia mundial, cuando incluso dentro de los aliados occidentales cuenta con escaso consenso.

Tampoco existe una seria convicción de que las medidas de aislamiento surtan efecto demoledor en la economía rusa.

Dentro de la Unión Europea algunos estados reprobaron las represalias y advirtieron que las perdidas pueden ser para ambas partes, quizás con un alcance mayor para los europeos golpeados por la crisis sistémica.

Los socios de Rusia en el Grupo de los Ocho cancelaron su participación en las coordinaciones dentro del foro informal de las naciones más industrializadas, en un boicot a la celebración de la cumbre de Sochi, programada para el 5 y 6 de junio, bajo la presidencia rusa.

En respuesta al reciente anuncio del presidente Barack Obama en La Haya, el canciller Serguei Lavrov aclaró que Rusia no se aferraba al formato del G-8, un club informal, donde nadie firmaba carnet ni determinaba la membresía, comentó.

Caracterizó Lavrov al G-8 como un foro de diálogo entre los países líderes occidentales y Rusia, mientras destacó la importancia de otros formatos en los que se discuten temas globales, de la economía mundial y las finanzas internacionales como el Grupo de los Veinte (G-20).

Al convertir la cumbre de Seguridad Nuclear, celebrada recientemente en La Haya, en un escenario de confrontación con Rusia, Obama calificó a la nación euroasiática de "potencia regional", cuya actuación en Ucrania fue más un síntoma de debilidad que de fortaleza.

Para la titular del Consejo de la Federación (Senado), Valentina Matvienko, esas declaraciones "más que pánico testimonian una agonía y la renuencia a reconocer los errores cometidos en Ucrania".

Es imposible tomarlas en serio, comentó Matvienko, al considerar las palabras de Obama un testimonio de la agonía de Estados Unidos.

Incluida en la lista negra de sancionados por el Departamento norteamericano de Estado, la líder del Senado subrayó que Washington se resiste a admitir que el mundo ha dejado de ser unipolar y "toma en cuenta a Rusia en tanto potencia global fuertemente integrada" en la economía mundial.

En La Haya, Obama declaró que la Unión Europea y Estados Unidos estaban juntos en su determinación de aislar a Rusia, para lo cual trabajaban con gran coordinación, así como también para "ayudar" a Ucrania a estabilizar la economía, con la aplicación de un programa de choque de medidas neoliberales, a cambio de auxilio financiero.

Sin embargo, la política de confrontación de Occidente y las sanciones surtieron una especie de efecto boomerang sobre la credibilidad de la opinión pública rusa hacia el presidente Vladimir Putin.

Su popularidad se disparó en marzo a 82,3 por ciento, el más alto porcentaje de aprobación en el presente sexenio.

En los dos últimos meses la aceptación de la gestión presidencial subió estrepitosamente de 75,7 a 82,3 por ciento, valor muy próximo al máximo histórico registrado en febrero de 2008 (82,9 por ciento), cuando estaba a punto de culminar su segundo mandato consecutivo.

La cuestión de Crimea y la postura vertical sobre Ucrania, tras el golpe de Estado, resultaron factores aglutinadores en torno a la posición del gobernante ruso, sostuvo un equipo de sociólogos del Centro de Estudio de la Opinión Social.

Considerado el líder con el más alto ranking de popularidad en el mundo por encuestadoras y publicaciones internacionales, incluso norteamericanas como Forbes y Time, Putin ganaría con 64 por ciento de votos, de celebrarse este domingo comicios presidenciales en Rusia, consignó el sondeo publicado esta semana.

El estadista ruso conquistó por tercera vez el sillón del Kremlin en marzo de 2012 con 63,6 por ciento de sufragios, pese a la feroz campaña orquestada en su contra desde Occidente, y el financiamiento de las protestas opositoras, conocidas aquí como las marchas del millón, centradas en el retorno de Putin a la presidencia de Rusia.

En contraste, con una popularidad en picada desde el pasado año por la controvertida reforma de Salud y los escándalos de espionaje telefónico, el índice de desaprobación a Obama subió a 59 por ciento, según una encuesta de la compañía GfK.

Un 57 por ciento de estadounidenses reprocharon la política del gobernante en relación con Ucrania, indicaron los expertos.

La pretensión de europeos y estadounidenses de aislar a Rusia y afincar la retórica antirrusa con una imagen de enemigo y agresor se derrumbó. Una parte considerable en el planeta cree que el país más peligroso del mundo es Estados Unidos.

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