MONSEÑOR ROMERO, UN AUTÉNTICO MÁRTIR DE SU HEROICO PUEBLO

09.04.2015 23:59

El 24 de marzo de 1980 era asesinado Óscar Arnulfo Romero, Arzobispo de San Salvador. Corrían los años de la cruenta guerra civil salvadoreña. En 1979 había triunfado la Revolución Sandinista en la vecina Nicaragua y en El Salvador, como en Guatemala, la insurgencia contra las dictaduras oligárquicas y proyanquis se extendía con fuerza y masividad.

La represión brutal de la dictadura golpeaba terriblemente al campesinado y al pueblo en general. Represión de las fuerzas estatales como la funesta Guardia Nacional, la Policía, las bandas paramilitares y los escuadrones de la muerte que hacían estragos en la población civil indefensa que simpatizaba con las banderas de soberanía nacional, justicia social y democracia que enarbolaban las fuerzas rebeldes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

En ese marco fue que Monseñor Óscar Arnulfo Romero, fiel y consecuente como pocos de su jerarquía a la fe cristiana y a su “opción preferencial por los pobres”, enfrentó sin temor al Terrorismo de Estado desde el púlpito mayor de la Iglesia Católica salvadoreña. “Pecado mortal” para los intereses de la oligarquía bananera, del imperialismo norteamericano y de sus títeres uniformados.

El 23 de marzo de 1980, un día antes de su asesinato en plena misa, perpetrado por un esbirro de la dictadura, Óscar Arnulfo Romero lanzaba su histórica homilía: “Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos… En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión!!!”

En 1990, la Iglesia Católica inició el proceso de su canonización. Sin embargo, dicho proceso fue demorado por años ante las acusaciones de que Monseñor Romero era un “obispo socialista”. El 3 de febrero de 2015 el Papa Francisco lo declaró Mártir de la Iglesia y será beatificado el 23 de mayo de este año.

En El Salvador hoy gobierna el FMLN y le rinde homenaje de Estado a un cura del pueblo, un cristiano ejemplar, promotor de la justicia, la fraternidad y la igualdad de los hombres, defensor inclaudicable de los derechos y de la dignidad humana.

Comunal “Salvador Allende” Suecia - Partido Socialista de Chile

Estocolmo, 9 de abril de 2015