NELSON MANDELA EJEMPLO DE LUCHA, ÉTICA Y COMBATE

07.12.2013 20:09

La muerte de Nelson Mandela deja como máximo legado a la humanidad su ejemplo de lucha, ética y combate que se fraguó en su comportamiento diario en su vida, en difíciles circunstancias, luchando siempre por un mundo más justo, humano y feliz.

Durante los años que duró su cautiverio en la cárcel de Robben Island, el luchador anti-apartheid, se le conoció con el número "46664", y donde pasó más de 25 años preso en esa cárcel racista, aquella dura experiencia forjaría su personalidad ética.

El Congreso Nacional Africano, fue la principal organización opositora al régimen oprobioso y criminal del “apartheid”, que desarrolló la movilización de masas como principal estrategia de lucha frente a la brutal opresión racial y criminal.

Mandela fue el líder que emprendió un largo camino hacia la libertad de su país, poniendo fin al combate armado y luchando por la reconciliación de una Sudáfrica que padeció 300 años de colonialismo y 50 de segregación racial.

Nelson Mandela fue el principal exponente de esas luchas, en las que estuvo acompañado por compañeros como Walter Sisulu, Oliver Tambo, el dirigente comunista JoeSlovo, o Steve Biko y Chris Hani, que dieron su vida.

Mandela desde la presidencia de Sudáfrica consiguió avanzar en un proyecto histórico por la reconciliación entre blancos y negros, poniendo fin a la opresión política ejercida por la minoría “afrikáner” que había ostentado un poder opresivo profundamente violento.

En Sudáfrica queda todavía pendientes los cambios económicos, donde aquella minoría blanca sigue ostentando todavía hoy el poder financiero, para ello es necesario avanzar en la democratización de las instituciones, en defensa de los más humildes.

Su trayectoria nos demuestra en la práctica, como él bien dijo, que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre ella, porque el valiente no es quien no tiene miedo, sino el que gana a este miedo.

Comunal "Salvador Allende" Suecia - Partido Socialista de Chile

Estocolmo, 6 de diciembre de 2013